16 de febrero de 2012

Condenan al 'caníbal' de Bullas a 20 años y 9 meses por el 'crimen de la tinaja'

Tras el veredicto del jurado, la Audiencia le impone la pena mínima que se prevé por estos delitos por colaborar a la investigación 

16.02.12 - 00:36 - 


Apenas ha tardado cinco días la Audiencia Provincial en dictar la sentencia por el 'crimen de la tinaja'. Tras el veredicto del jurado popular que unánimemente abogó por la culpabilidad de Alejandro Martínez, 'Alejo', el magistrado le ha impuesto una condena de 20 años de prisión por el delito de asesinato, 3 meses por el delito de profanación de cadáver y 9 meses por el de resistencia. El juez ha optado por aplicar al 'caníbal' de Bullas la pena mínima que se prevé por estos delitos en base a la «colaboración prestada durante la investigación» y a que «el plus de desvalor, reproche y sanción que, sin duda, merece por las características de su personalidad y el modus operandi del crimen» ya quedan comprendidos en estas penas.
En septiembre de 2008, la casa de Miguel Villanueva, 'El Correcaminos', se había convertido para el acusado en una suerte de refugio. A finales del mes de julio, 'Alejo', que en ese momento cumplía condena por un robo con violencia, decidió no regresar a Sangonera tras un permiso carcelario y su amigo le abrió la puerta de su casa. Dos meses después, la convivencia era bastante mala y la víctima le había pedido ya en varias ocasiones que buscara otro lugar. «Había mandado incluso matones para echarme», explicó el acusado en el juicio.
Esa pretensión de Miguel fue, al parecer, el detonante que originó la pelea de aquella tarde del 26 de septiembre. La sentencia de la Audiencia Provincial reconoce que este vecino de Bullas, de 38 años, acabó con la vida de su compañero de piso propinándole varios golpes con un palo para, a continuación, cortarle el cuello, clavarle un destornillador que penetró en el corazón y en un pulmón y asfixiándole con sus propias manos. No fue, sin embargo, tal y como el acusado reconoció, una agresión continuada. «Me fumé varios cigarros y estuve viendo una película de Rambo en la televisión», reveló.
Tras lograr la muerte de su compañero, 'Alejo' metió su cadáver en la nevera, según confesó, «para comérmelo». Antes, sin embargo, le cortó un dedo meñique. Un miembro del cadáver que, aseguró, pretendía utilizar para amedrentar a un sobrino del alcalde de Bullas metiéndolo en el buzón de su domicilio. Posteriormente trasladó el cuerpo de su amigo a una tinaja.
Ensañamiento y alevosía
El tribunal popular consideró en su veredicto que hubo alevosía en el crimen porque 'Alejo' «aprovechó el estado de embriaguez en que se encontraba la víctima para inmovilizar al acusado». Además, el jurado entiende que existió también ensañamiento, dado que Alejandro Martínez golpeó muchas veces a la víctima, la acuchilló, le clavó un destornillador y, por último, la asfixió con un pie. «Entendemos que incrementó el sufrimiento y dolor de la víctima».
El informe de los médicos forenses fue la prueba principal que el jurado enarboló para descartar que 'Alejo' sea un enfermo mental incapaz de discernir el bien y el mal. Tal y como los peritos recalcaron, el jurado consideró que «el pasado del procesado no es motivo y/o causa de los hechos» y que no hay prueba alguna de esa dolencia mental.
El letrado de la defensa, Jesús Gómez, se muestra disconforme con esa aseveración y sostiene que su cliente «no es una persona normal». De este modo, tal y como ya anunció tras el veredicto del jurado, recurrirá la resolución ante el Tribunal Superior de Justicia (TSJ).

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