24 de marzo de 2010

Prisión a un entrenador de infantiles sospechoso de abusar de menores


La Policía Nacional ha intervenido gran cantidad de material pedófilo, y fotografías de niños desnudos tomadas en vestuarios de equipos murcianos
24.03.10 - 00:58 - RICARDO FERNÁNDEZ MURCIA. / la Verdad
Había sufrido abusos sexuales nueve años antes. Contaba apenas nueve años de edad y jugaba en el equipo de categoría infantil del Club Deportivo Alberca. Fue su entrenador quien, supuestamente, lo sometió a agresiones sexuales durante largo tiempo. Nunca lo denunció. Jamás acudió a sus padres para confesarles el infierno al que un adulto le había conducido. Nunca el odio y la rabia desbordaron por su boca, por más que, a lo largo deuna década larga, se cruzara casi a diario con el presunto agresor sexual, con quien compartía vecindario en una zona de dúplex de la pedanía.
Sólo una vez despegó sus labios y permitió que alguien alcanzara a vislumbrar, a través de su breve y balbuceante relato, el horror que había vivido. Fue a su novia. Y aunque ésta trató de convencerlo de que presentara una denuncia, no lo logró.
No pudo persuadirlo hasta principios de este mes, cuando ambos se toparon con el supuesto agresor sexual. Abandonaba su vivienda en compañía de un niño de nueve años. La misma edad que él tenía cuando le arrebataron de un golpe la inocencia. Se vio reflejado en los ojos del pequeño.
-«¿Has visto eso? Le está haciendo a ese niño lo mismo que te hizo a ti. Y si no se lo ha hecho todavía, se lo va a hacer. Si no lo denuncias tú, lo denuncio yo misma», le espetó la chica. No hizo falta más.
Ambos acudieron a la comisaría de Alcantarilla, donde la novia tiene una amiga que es agente del Cuerpo Nacional de Policía. Allí, en ese ambiente de cierta confianza, se atrevió por fin a abrir la caja de los truenos.
Detenido en la sucursal bancaria
Pornografía infantil

El sospechoso de los abusos sexuales no tardó en ser detenido. Alfonso L.Z., de 40 años, compaginaba su puesto actual como delegado del equipo cadete 1ª del C.D. Alberca con su trabajo como empleado en una caja de ahorros de la pedanía. Fue en la sucursal bancaria donde los policías le pusieron las esposas y eso hizo pensar en un principio que el arresto tuviera relación con su labor como trabajador de banca.
El malentendido quedó resuelto pocas horas después, cuando la directiva del club de fútbol fue citada por el inspector que coordina la investigación. Fuentes próximas al caso confirmaron ayer a 'La Verdad' que se les hizo saber que la detención estaba vinculada a la comisión de supuestos abusos sexuales, que ello abría la posibilidad de que otros menores hubieran podido ser víctimas de hechos similares y que había sido encontrada gran cantidad de imágenes de pornografía infantil en la vivienda del sospechoso. Y, más todavía, que aunque parte de las fotografías y vídeos parecían haber sido obtenidos a través de internet, existían en apariencia imágenes 'de fabricación propia', entre ellas de niños desnudos fotografiados en los vestuarios de varios equipos de fútbol.
De la incredulidad al temor
Un hombre 'intachable'
La alarma se extendió por la pedanía de La Alberca a la velocidad del sonido. Los directivos del club de fútbol convocaron esa misma tarde a los padres de todos los chicos -alrededor de unos 300 menores han podido estar en contacto con ese entrenador- y les pusieron al tanto de la situación. La respuesta mayoritaria fue de incredulidad, cuando no de abierta indignación, pero no por la posibilidad de que Alfonso L.Z. hubiera podido cometer algún acto deshonesto contra los niños, sino por el hecho de que se estuviera poniendo en duda la conducta y la honorabilidad de esa persona. «Es lógico que casi nadie estuviera dispuesto a creer en principio esas informaciones, porque este hombre siempre había tenido una imagen intachable y todo el mundo le había confiado el cuidado de sus hijos sin reserva alguna, ya que tenía la absoluta confianza de todos los padres», confirmaba ayer una de las fuentes mencionadas.
Fueron las noticias sobre el hallazgo de material pedófilo en la vivienda del sospechoso, así como de su detención y posterior ingreso en prisión, las que acabaron convenciendo a los padres de que sus hijos, al menos en el terreno de las hipótesis, habían estado sometidos a una situación de riesgo y que debían hablar con ellos.
Por el momento no ha trascendido el resultado de esas conversaciones. «Si algún padre se ha encontrado con la sospecha de posibles abusos, habrá acudido directamente a la comisaría. Lógicamente, no lo van a contar por la pedanía», razonan las fuentes citadas.
Niños de 10 a 14 años
Ha pasado por 4 clubes
Alfonso L.Z. siempre había buscado entrenar a chicos de los equipos infantiles y cadetes, los de edades comprendidas entre los 10 y los 14 años, aunque lo cierto es que su trayectoria como entrenador de fútbol se inició, según fuentes de toda solvencia, en el equipo alevín de la pedanía de Patiño, allá por el año 1995.
Después de dos años en ese club llegó a La Alberca, una agrupación deportiva a la que ya ha permanecido vinculado durante trece años, salvo pequeños periodos en los que entrenó a equipos de Alcantarilla y del barrio de Vistalegre.
Visto ahora, con la perspectiva que ofrece su encarcelamiento por presuntos abusos sexuales al menos a un menor, el comportamiento de Alfonso L.Z. ha sido, a lo largo de estos años, «el típico de alguien que siente atracción sexual por niños», según esas fuentes. Este vecino de La Alberca, que no está casado, «aunque tuvo un par de novias», siempre se dejaba ver acompañado de menores, cuya confianza se ganaba a través del cargo de entrenador. «Los invitaba a tomar algo, a comer al burguer... Pero nunca hizo nada que nos hiciera sospechar. Ahora, claro está, todo cuadra», comenta el padre de unos de los niños que entrenan con el C.D. Alberca. Ninguno de ellos está ahora tranquilo. Todos miran a sus hijos en busca de algún indicio.

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