31 de diciembre de 2009

Cospedal, en misa y repicando

La número dos del PP trata de imponer a Valcárcel y Camps el Estatuto que pactó con Barreda siendo presidenta popular de Castilla-La Mancha
31.12.09 - 00:47 -
M. BUITRAGO MURCIA. / la Verdad
Hay versiones para todos los gustos sobre la reunión que mantuvieron el lunes María Dolores de Cospedal y los presidentes Valcárcel y Camps. Nadie le leyó la cartilla a nadie, parece ser el común denominador. En todo caso -apuntan desde el Gobierno murciano- habría sido Valcárcel quien pusiera firme a la secretaria general de su partido y presidenta del ídem en Castilla-La Mancha. Parece evidente que saltaron algunas chispas porque la número dos del PP declaró al día siguiente que no iba a tolerar nuevos actos de rebeldía en el grupo parlamentario cuando llegara la hora de votar el Estatuto. Que irían todos como una piña. Pronto se comprobará. El aviso de Cospedal tiene mucho en común con el anuncio que hizo días atrás un portavoz del PSOE en el Congreso, cuando comentó: «Ya se verá» si Saura se subleva o no.
Cospedal puede que reaccionara al movimiento que hizo Camps en Valencia conjurándose con los regantes a que no dejarían pasar la reserva de 6.000 hectómetros, que no sólo amenazaría a los excedentes del Tajo sino también de forma más directa a los caudales del Júcar. Los socialistas han tenido la habilidad de colocar la pelota en el tejado del PP, cuando es el PSOE quien tiene la sartén por el mango en el Congreso de los Diputados y en La Moncloa. En la práctica, la responsabilidad de lo que le suceda al acueducto está del lado socialista. Oficialmente, el PP de Toledo y de Madrid no opinan sobre la reserva y el Trasvase, frente a la locuacidad de los socialistas manchegos y el dejar hacer de Ferraz (dándole hilo a Barreda hasta ver a dónde llega).
Un Barreda que ha bajado notablemente su nivel de exigencia y ha entrado en una senda más tranquila con el fin de buscar un acuerdo que pueda defender ante sus ciudadanos y electores. El presidente castellano manchego no puede salir de este envite derrotado en Madrid y eso lo sabe el aparato socialista, que le dará todo el oxígeno que precise aunque no le gusten algunas cosas.
En cuanto al PP, éste se ha metido solo en un callejón sin salida a causa de la estrategia que ha llevado María Dolores de Cospedal. En una decisiva llamada de teléfono, la número dos del PP no atendió a las razones de Ramón Luis Valcárcel y tiró para adelante sellando su pacto de máximos con José María Barreda. Visto el bloqueo parlamentario al que se veía condenado el texto, y el rechazo de Murcia y Valencia, Cospedal empezó a arriar velas el mismo día en el que el Estatuto entró en el Congreso, donde la entente entre PP y PSOE manchegos se hizo añicos en la tribuna de oradores. A partir de entonces y hasta ahora, el círculo de Cospedal se ha movido entre vaguedades porque Valcárcel y Camps no han levantado el pie del freno.
Políticamente, en Murcia nunca se ha entendido que Cospedal pretenda compatibilizar y disociar al mismo tiempo su cargo de secretaria general del PP y de presidenta de los populares de Castilla-La Mancha. No se explica que, teniendo un papel preponderante a nivel nacional, pretenda imponer a otros territorios un pacto que selló como dirigente regional.
«Yo soy rebelde porque el mundo me ha hecho así», declaró ayer Valcárcel en su desayuno con los periodistas, donde dijo que no piensa dar tregua ni ceder un ápice con el Trasvase. Habrá que fijarse en las balizas de la política. Si las encuestas siguen apuntalando la ventaja de Mariano Rajoy sobre Zapatero, eso significará que Cospedal irá consolidando su poder en el PP. Y de ahí a imponer su criterio media poca distancia.
Los dos diputados rebeldes del PP murciano, Alberto Garre y Arsenio Pacheco, se consideran más respaldados que antes para volver a rebelarse contra la dirección de su grupo parlamentario si llega el caso. Argumentan que tienen detrás el apoyo del presidente Valcárcel y del aparato regional de su partido. Ambos se significaron en octubre del año pasado cuando votaron en contra de la admisión a trámite del Estatuto de Castilla-La Mancha. Garre explicó ayer que está recabando toda la documentación necesaria «para defender a capa y espada el Trasvase con argumentos jurídicos que serán incontestables». «Si se presentan los mismos textos que ahora se conocen votaré en contra. Si se corrigen en el trámite parlamentario, ya se verá», comentó. A su juicio, hay que estar atentos a las enmiendas transaccionales en el Congreso. «El PSOE puede proponer una reserva de 6.000 hectómetros, el PP contestaría que no y acto seguido propondrían otra de 1.500. Ahí estaría el problema. Cualquier reserva en la cabecera se cargaría del Trasvase de inmediato».
A Arsenio Pacheco le da igual que se hable de 6.000 o de 500. «Defiendo la Constitución y a mi Región. Nuestro programa electoral es muy claro cuando habla de la interconexión de cuencas, por lo que espero que se mantenga esa coherencia. Ahora tenemos el respaldo de Valcárcel».

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