18 de septiembre de 2009

TORRE PACHECO/ El agua arrastró el coche de la joven justo donde había una pequeña balsa

El cuerpo de la maestra hallado ayer estaba a diez metros de lacarretera inundada por la riada
L. GUARDIOLA / G. HERMIDA TORRE PACHECO / MURCIA/ La Verdad
El más cruel de los infortunios y las fatalidades se cruzó en forma de riada la tarde del miércoles con el coche que conducía de vuelta a casa Juana León, una joven profesora de 25 años, natural de Torre Pacheco. El agua, remansada durante horas en una zona al norte de la carretera que une la pedanía de Dolores con Torre Pacheco, acabó reclamando su espacio en la rambla y arrastró el Seat León que Juani conducía contra la valla que cercaba una balsa de riego. La fuerza del agua acabó por romper la valla y precipitar el vehículo a la balsa, la única situada tan cerca de la carretera en todo el trayecto que hizo la joven.
Juani, como la llaman familiares y amigos, ignoraba al salir de su trabajo en la guardería municipal de San Cayetano que cerca de allí había caído una impresionante tromba de agua en pocos minutos. De hecho, en aquel momento no llovía con intensidad y -como cada jornada- emprendió camino de regreso a su casa por la RM F29, que, pasando por Dolores de Pacheco, le llevaba a una glorieta cercana a su hogar.
Hacía el trayecto cuatro veces al día y su padre, Antonio, quien confirmó que la chica conocía la carretera, tiene una finca apenas a 300 metros del lugar donde fue arrastrada por el agua, por lo que conocía a la perfección la zona. La carretera fue cortada apenas unos minutos después de que Juani la tomara, según explicó el edil de Protección Civil, José Saura.
A mitad de trayecto, en el paraje de Las Cantandas su coche empezó a tambalearse por la fuerte corriente que venía de los campos y se introducía en la calzada. El propietario de una de estas parcelas agrarias aseguró que había visto como «la riada estaba arrastrando el coche a los bancales».
Encontrada por los buzos
Tanto este lugareño, como otros vecinos de la zona, reconocieron que en esta zona de ramblas abiertas el agua siempre ha corrido bastante, «pero no con la virulencia de aquel momento». El coche podría haberse atrancado entre los limoneros o en el barrizal en que se habían convertido los bancales. Pero fue a parar a una pequeña balsa de 8 metros de profundidad.
Según explicó el director general de Emergencias, Luis Gestoso, los bomberos -120 personas participaron en el dispositivo de búsqueda, incluyendo medios aéreos- estuvieron examinando el embalse pocos minutos después de la llamada de Juani. De hecho, el lugar centró la búsqueda, pero no fue hasta las 13 horas de ayer cuando los buzos de la Guardia Civil acabaron encontrando el coche y en su interior el cuerpo sin vida de Juani. La noticia dejó destrozados a sus padres, su novio y el resto de la familia, presentes en el lugar.

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