28 de septiembre de 2009

Alemania rompe la gran coalición y apuesta por un gobierno de Merkel con los liberales

El espectacular avance del FDP maquilla el resultado de la CDU y envía a la oposición a los socialdemócratas
ENRIQUE MÜLLER CORRESPONSAL. BERLÍN/ la Verdad
Alemania decidió ayer poner fin al gobierno de gran coalición que ha dirigido el país en los últimos cuatro años y dar un decisivo giro hacia la derecha al votar a favor de una nueva alianza entre la Unión Cristiano-demócrata que dirige la actual canciller, Angela Merkel, y el Partido Liberal, presidido por Guido Westerwelle. Ambas formaciones tendrán una cómoda mayoría en el Parlamento gracias al 33,8% obtenido por la CDU y al excelente 14,6% que registró el FDP, casi cinco puntos más que en 2005.
El cambio de rumbo decidido por los alemanes fue, por contra, dramático para el Partido Socialdemócrata y su candidato, Frank Walter Steinmemier, quien fracasó rotundamente en las dos metas que se propuso: llevar al SPD nuevamente al poder en un gobierno de gran coalición y acabar con la tendencia negativa que pronosticaron los institutos demoscópicos. El 23,1% que obtuvieron los socialdemócratas, además de catapultarlos a la oposición, puede provocar una lucha fratricida en la formación alemana más antigua.
El desastroso resultado, casi 11 puntos menos que en 2005, obligará a su presidente, Franz Müntefering, a dejar su cargo a más tardar en noviembre. No obstante, el derrotado candidato Frank-Walter Steinmeier anunció que seguirá luchando por defender la justicia social aunque sea como jefe del grupo parlamentario de su partido.
La jornada electoral también confirmó un nuevo y espectacular ascenso del partido La Izquierda, con un 12,4% de los votos, más de cuatro puntos que en 2005. Los Verdes obtuvieron un 10,5%, su mejor resultado en unas federales.
En las filas de la CDU reinaba anoche un ambiente de fiesta y nadie quiso hablar sobre el pobre resultado obtenido por el partido, el peor en los últimos sesenta años. Merkel prefirió limitarse a proclamar la victoria y, como era de esperar, anunciar su propósito de formar un nuevo gobierno de coalición con el Partido Liberal.
«Hemos logrado nuestro objetivo de obtener una mayoría estable y de poder formar gobierno con los liberales», declaró la líder democristiana en medio de los gritos de júbilo y aplausos. «Quiero ser la canciller de todos los alemanes», prometió. Pero el silencio que guardó con respecto al resultado obtenido augura una casi segura tormenta en el seno de la CDU.

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