2 de septiembre de 2007

Hipotecas, préstamos fáciles y el incremento del precio de los alimentos básicos ponen cerco a la economía familiar

La Unión de Consumidores de España pide la congelación de los precios públicos y privados durante el próximo año El INE revela que en la Región hay más de 400.000 hogares con un nivel de sobreendeudamiento «muy preocupante»
DANIEL VIDAL/MURCIA/La Verdad
«¿Cuánto podemos pedir al banco?» Es la primera pregunta en las familias que alguna vez se enfrentan, no ya a una urgencia económica, sino a un simple y pequeño gasto extra que no cuadra con las previsiones del mes dentro de las cuentas del hogar. Si las economías domésticas ya estaban gravemente heridas hace varios años con las hipotecas y el incremento del precio de la gasolina, los alimentos básicos o la ropa, los llamados préstamos rápidos -algunos con tasas de intereses superiores al 30%- y la generalización de los créditos al consumo, dos soluciones temporales muchas veces entendidas como panaceas momentáneas, empiezan a ahogar definitivamente la salud de los maltrechos bolsillos de los ciudadanos de a pie.


Según datos reiterados del Banco de España -los últimos del 2004-, en la Región de Murcia hay más de 400.000 hogares, con una media por hogar de 3,18 personas que se encuentran en umbrales de sobreendeudamiento «muy preocupantes», y se encienden todas las alarmas con las previsiones económicas para el próximo año 2008: el previsible incremento del precio del dinero que podrá situarse entorno al 5,25% según previsiones del Banco Central Europeo, llevará al euribor, el índice de referencia del 97% de las hipotecas españolas con tipo variable, a cotas desconocidas en los últimos años, cercano al 5%. Esto provocará que la revisión de las hipotecas a un año sufrirán un incremento de más de 100 euros al mes, es decir por encima de 1.200 euros por año. En este sentido, las familias murcianas están dedicando, ya este año, por encima del 45% de sus ingresos a amortizar su hipoteca. Si unimos que los precios habrán sufrido un incremento por encima del 20%, el efecto arrastre del conjunto de la economía, especialmente la doméstica, conllevará un notable aumento de los precios al consumo, situando la inflación en el 3%. A este desalentador panorama hay que añadir la subida previsible de un 20% en los productos básicos de primera necesidad en alimentación: leche, huevos, carne, pan, etc. como consecuencia del incremento del precio de los cereales, por la fuerte demanda de los biocombustibles.


Por todo ello, la Unión de Consumidores Españoles ha pedido a las comunidades autónomas y a los ayuntamientos un pacto para que se congelen los precios públicos y privados durante todo el año que viene. Es decir, que se mantengan estables los precios sobre los que tiene capacidad de disponer el Gobierno, tales como la tarifa eléctrica, el gas canalizado y embotellado, los precios públicos del ferrocarril, el transporte interurbano nacional, el franqueo de correos, así como las tasas y precios públicos que fija el Ejecutivo cada año. Asimismo, UCE exige a la Confederación Española de Organizaciones Empresariales el firme compromiso de congelar los precios de los productos y servicios de las empresas vinculadas a la CEOE, con el objetivo de garantizar el consumo de las familias.

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